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sábado, 5 de julio de 2008

El discurso de Gervasio Sánchez

El discurso de Gervasio Sánchez no fue publicado ni comentado por El Pais, ni por Heraldo de Aragón (diario donde se publicaron las fotos). Pero es un mensaje que debemos dar a conocer.

“DISCURSO PRONUNCIADO POR GERVASIO SANCHEZ (PERIODISTA Y FOTÓGRAFO) DURANTE LA ENTREGA DE LOS PREMIOS ORTEGA Y GASSET ESTE 7 DE MAYO.
EN EL ACTO ESTABAN PRESENTES LA VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO, VARIAS MINISTRAS Y MINISTROS, EX MINISTROS DEL PARTIDO POPULAR, LA PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID, EL ALCALDE DE MADRID, EL PRESIDENTE DEL SENADO Y CENTENARES DE PERSONAS.

Estimados miembros del jurado, señoras y señores:
Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
….
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas anti-personas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.
Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias.”

4 comentarios:

Rafa dijo...

Ya sabes Vicente que nuestro Gobierno es maestro en no quererese enterar de las cosas, en mirar hacia otro lado cuando alguien se las recuerda( o en calificarlo de crispador y facha)y, sobre todo, en pervertir el lenguaje manipulando el significado de las palabras, y trabajar para que todo esto "cuele". Ésta última tarea ( lo de "colar") la realiza de manera óptima, ya que ha conseguido que más de 11 millones de españoles hagan la "ola" como buenos hooligans.

Anónimo dijo...

6/2009. Cosas de Enero
Yo prefiero dedicarle este poema


GERVASIO SÁNCHEZ
(Premio "Ortega y Gasset" de fotografía otorgado por El País" en 2008)

Compréndelo:
No era el mejor lugar nuestra Tribuna
llena de gente ilustre
el idóneo rincón donde decir
lo que querías decir, GervasioSánchez.

Resultó inexcusable
(pura razón de Estado)
silenciar tu discurso que damos por leído.

Porque a partir de ayer
en que quisiste
ponerle a tus imágenes un nombre
con el que avergonzarnos en voz alta
("guerras inevitables" o "bombas de racimo"
con el letrero exacto de dónde se fabrican)
jamás serás premiado nuevamente
en este País nuestro
tan prudente …

No está bien, audaz GervasioSánchez
que uses las Tribunas
de los que te agasajan,
como espejo.

Nos basta con que expongas
tus atroces imágenes estáticas
entrelineadas
en las "Bases" de un casual concurso.
Porque el papel
si se queda en papel, es puro arte.

Pero…
No saques a la luz de la palabra
piernas artificiales
de engranajes metálicos.
Ni esas mirada ciegas,
arrancadas
de las cuencas vacías,
donde los ojos
son un triste recuerdo desclavado
de alguna cruz infiel.
Ni los sucios muñones
envueltos en trapajos.
Ni los niños dormidos
junto a una madre rota…

Eso, GervasioSanchez,
es desagradecer nuestra largueza.

Debieras meditar, NecioGervasio:
Tú no tienes derecho a desertar
de la gloria de verte enaltecido
por nuestra generosa concurrencia.

Tú eres puro arte, DonGervasio:
enfocas tu objetivo
hacia la inexistencia de unas manos
que sólo son recuerdo de caricias,
hacia cualquier camino
que el tiempo borrará con yerba tierna
porque no quedan pies que lo recorran.
Hacia un niño yacente
colgado de una teta inanimada…

Pero no nos reproches su esperanza
a pesar de nosotros.

Todo eso
queda muy lejos ya. ¿Qué razón hay
para ponerle nombres y apellidos…?

¡Pero, Gervasio, escucha!
Eso es puro papel; fotografía.
No nos quieras decir desde tus ojos
(que aún –alégrate- siguen ilesos)
lo que ninguno de nosotros necesita
saber:
Que lo que vio tu cámara indiscreta
es una realidad de carne y hueso,
es una delatora exactitud,
es un dolor de cráteres humanos
dispuestos a seguir su acusadora,
su terca, su tenaz supervivencia.
Y hasta siguen jodiendo
-permíteme el epíteto adecuado-
con la escasa miseria que aún guarecen
arrebujada en sus taladas ingles.

(¿A qué tantas criaturas
incapaces de cultivar la tierra
que hay que alimentar desde la FAO
con cargo al presupuesto –me pregunto-?)

Piénsalo bien, no insistas.
Porque entonces, Gervasio,
este País tendrá que desterrarte
de la lista divina de los premios
a la mejor fotografía.
Al fin y al cabo es eso,
DonGervasio:
(O así debiera serlo)
Un poco de papel en el que un ácido
vertido justamente
fue dibujando imágenes sombrías
que se empeñan
en sacar a la luz los trapos sucios
de ese seguir viviendo en la esperanza.

Gaviola en Marineda. En un 14 de Enero de 2009.

socorro.marmol@gmail.com

Anónimo dijo...

6/2009. Cosas de Enero
Yo prefiero dedicarle este poema


GERVASIO SÁNCHEZ
(Premio "Ortega y Gasset" de fotografía otorgado por El País" en 2008)

Compréndelo:
No era el mejor lugar nuestra Tribuna
llena de gente ilustre
el idóneo rincón donde decir
lo que querías decir, GervasioSánchez.

Resultó inexcusable
(pura razón de Estado)
silenciar tu discurso que damos por leído.

Porque a partir de ayer
en que quisiste
ponerle a tus imágenes un nombre
con el que avergonzarnos en voz alta
("guerras inevitables" o "bombas de racimo"
con el letrero exacto de dónde se fabrican)
jamás serás premiado nuevamente
en este País nuestro
tan prudente …

No está bien, audaz GervasioSánchez
que uses las Tribunas
de los que te agasajan,
como espejo.

Nos basta con que expongas
tus atroces imágenes estáticas
entrelineadas
en las "Bases" de un casual concurso.
Porque el papel
si se queda en papel, es puro arte.

Pero…
No saques a la luz de la palabra
piernas artificiales
de engranajes metálicos.
Ni esas mirada ciegas,
arrancadas
de las cuencas vacías,
donde los ojos
son un triste recuerdo desclavado
de alguna cruz infiel.
Ni los sucios muñones
envueltos en trapajos.
Ni los niños dormidos
junto a una madre rota…

Eso, GervasioSanchez,
es desagradecer nuestra largueza.

Debieras meditar, NecioGervasio:
Tú no tienes derecho a desertar
de la gloria de verte enaltecido
por nuestra generosa concurrencia.

Tú eres puro arte, DonGervasio:
enfocas tu objetivo
hacia la inexistencia de unas manos
que sólo son recuerdo de caricias,
hacia cualquier camino
que el tiempo borrará con yerba tierna
porque no quedan pies que lo recorran.
Hacia un niño yacente
colgado de una teta inanimada…

Pero no nos reproches su esperanza
a pesar de nosotros.

Todo eso
queda muy lejos ya. ¿Qué razón hay
para ponerle nombres y apellidos…?

¡Pero, Gervasio, escucha!
Eso es puro papel; fotografía.
No nos quieras decir desde tus ojos
(que aún –alégrate- siguen ilesos)
lo que ninguno de nosotros necesita
saber:
Que lo que vio tu cámara indiscreta
es una realidad de carne y hueso,
es una delatora exactitud,
es un dolor de cráteres humanos
dispuestos a seguir su acusadora,
su terca, su tenaz supervivencia.
Y hasta siguen jodiendo
-permíteme el epíteto adecuado-
con la escasa miseria que aún guarecen
arrebujada en sus taladas ingles.

(¿A qué tantas criaturas
incapaces de cultivar la tierra
que hay que alimentar desde la FAO
con cargo al presupuesto –me pregunto-?)

Piénsalo bien, no insistas.
Porque entonces, Gervasio,
este País tendrá que desterrarte
de la lista divina de los premios
a la mejor fotografía.
Al fin y al cabo es eso,
DonGervasio:
(O así debiera serlo)
Un poco de papel en el que un ácido
vertido justamente
fue dibujando imágenes sombrías
que se empeñan
en sacar a la luz los trapos sucios
de ese seguir viviendo en la esperanza.

Gaviola en Marineda. En un 14 de Enero de 2009.

socorro.marmol@gmail.com

Anónimo dijo...

6/2009. Cosas de Enero
Yo prefiero dedicarle este poema


GERVASIO SÁNCHEZ
(Premio "Ortega y Gasset" de fotografía otorgado por El País" en 2008)

Compréndelo:
No era el mejor lugar nuestra Tribuna
llena de gente ilustre
el idóneo rincón donde decir
lo que querías decir, GervasioSánchez.

Resultó inexcusable
(pura razón de Estado)
silenciar tu discurso que damos por leído.

Porque a partir de ayer
en que quisiste
ponerle a tus imágenes un nombre
con el que avergonzarnos en voz alta
("guerras inevitables" o "bombas de racimo"
con el letrero exacto de dónde se fabrican)
jamás serás premiado nuevamente
en este País nuestro
tan prudente …

No está bien, audaz GervasioSánchez
que uses las Tribunas
de los que te agasajan,
como espejo.

Nos basta con que expongas
tus atroces imágenes estáticas
entrelineadas
en las "Bases" de un casual concurso.
Porque el papel
si se queda en papel, es puro arte.

Pero…
No saques a la luz de la palabra
piernas artificiales
de engranajes metálicos.
Ni esas mirada ciegas,
arrancadas
de las cuencas vacías,
donde los ojos
son un triste recuerdo desclavado
de alguna cruz infiel.
Ni los sucios muñones
envueltos en trapajos.
Ni los niños dormidos
junto a una madre rota…

Eso, GervasioSanchez,
es desagradecer nuestra largueza.

Debieras meditar, NecioGervasio:
Tú no tienes derecho a desertar
de la gloria de verte enaltecido
por nuestra generosa concurrencia.

Tú eres puro arte, DonGervasio:
enfocas tu objetivo
hacia la inexistencia de unas manos
que sólo son recuerdo de caricias,
hacia cualquier camino
que el tiempo borrará con yerba tierna
porque no quedan pies que lo recorran.
Hacia un niño yacente
colgado de una teta inanimada…

Pero no nos reproches su esperanza
a pesar de nosotros.

Todo eso
queda muy lejos ya. ¿Qué razón hay
para ponerle nombres y apellidos…?

¡Pero, Gervasio, escucha!
Eso es puro papel; fotografía.
No nos quieras decir desde tus ojos
(que aún –alégrate- siguen ilesos)
lo que ninguno de nosotros necesita
saber:
Que lo que vio tu cámara indiscreta
es una realidad de carne y hueso,
es una delatora exactitud,
es un dolor de cráteres humanos
dispuestos a seguir su acusadora,
su terca, su tenaz supervivencia.
Y hasta siguen jodiendo
-permíteme el epíteto adecuado-
con la escasa miseria que aún guarecen
arrebujada en sus taladas ingles.

(¿A qué tantas criaturas
incapaces de cultivar la tierra
que hay que alimentar desde la FAO
con cargo al presupuesto –me pregunto-?)

Piénsalo bien, no insistas.
Porque entonces, Gervasio,
este País tendrá que desterrarte
de la lista divina de los premios
a la mejor fotografía.
Al fin y al cabo es eso,
DonGervasio:
(O así debiera serlo)
Un poco de papel en el que un ácido
vertido justamente
fue dibujando imágenes sombrías
que se empeñan
en sacar a la luz los trapos sucios
de ese seguir viviendo en la esperanza.

Gaviola en Marineda. En un 14 de Enero de 2009.

socorro.marmol@gmail.com