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miércoles, 11 de junio de 2014

«La falta de control de armas es mi mayor frustración como presidente»

 
El presidente de EE UU, Barack Obama, dijo ayer que su mayor frustración como mandatario es el fracaso a la hora de endurecer las leyes de control de armas a nivel nacional, al denunciar que tiroteos como el registrado ayer en una escuela secundaria de Oregón "se están convirtiendo en la norma".
"Muchas veces me preguntan cuál ha sido mi mayor decepción como presidente, y mi mayor frustración hasta ahora es el hecho de que esta sociedad no haya estado dispuesta a dar algunos pasos básicos para mantener las armas lejos de la gente que puede hacer daño", dijo Obama en un foro organizado por la plataforma de internet Tumblr. El mandatario no se refirió expresamente al tiroteo registrado en la localidad de Troutdale (Oregón), en el que fallecieron al menos dos personas, un estudiante y el propio atacante.
No obstante, aseguró que la violencia con armas en EE UU es "desmesurada" y lamentó que el suyo sea "el único país desarrollado del mundo donde esto ocurre, y ocurre una vez a la semana". "El país tiene que reflexionar en serio sobre esto. Esto se está convirtiendo en la norma y lo damos por sentado de formas que, como padre, me aterrorizan", subrayó.
 
Dos sucesos de 2012 -la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde murieron 12 personas y otras 58 resultaron heridas; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres- reabrieron el debate sobre las armas en EE UU.
El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental. "El Congreso no ha permitido ni siquiera las restricciones más mínimas. Y deberíamos estar avergonzados", señaló Obama.
Respecto a quienes aseguran que éste es un problema de salud mental y no de control de armas, el presidente replicó que Estados Unidos "no tiene el monopolio de la gente loca en el mundo". "La diferencia es que esa gente puede acumular cantidades enormes de munición en su casa", lo que provoca que los tiroteos frecuentes "sean de esperar".
 
Sin las herramientas necesarias
 
Obama reconoció que ahora mismo, su Gobierno no tiene "las herramientas suficientes" para "hacer el cambio tan grande que se necesita" frente al problema, y opinó que "lo único que cambiaría las cosas sería que la gente decidiera que esto les importa de verdad".
"Hasta que no haya un cambio fundamental en la opinión pública, en que la gente diga: 'basta, esto no es aceptable, no es normal', tristemente no hay mucho que vaya a cambiar", subrayó. Destacó que "la mayoría de los miembros del Congreso temen a la Asociación Nacional del Rifle (NRA)" que, junto a la industria armamentística, "está muy bien financiada y tiene la capacidad de mover votos".
Frente a los votantes que respaldan a políticos fieles a la NRA, la gente que está del otro lado y que apoya la idea de un mayor control de armas "no está tan motivada" a la hora de ir a votar, indicó Obama.
 

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