Mata a su mejor amigo al manipular una vieja pistola

CARLOS MEDRANO | LUIS F. DURAN

MADRID.- Un joven de 23 años se encuentra detenido tras matar en la madrugada de este sábado a su mejor amigo, también de 23, mientras ambos jugaban con una vieja arma de fuego en su chalé del Soto de la Moraleja. El presunto homicida preparó a su colega una gran fiesta y le ejecutó accidentalmente de un tiro en el corazón.

La víctima mortal, Jorge, se marchaba este lunes a trabajar a Burgos y José María, su más íntimo camarada, le organizó el viernes un gran día para despedirle. Primero fueron al cine a ver la última película de Rambo y, después, se marcharon al chalé de José María, donde cenaron mientras veían el baloncesto. Bebieron y rieron y se lo pasaron en grande.

Sobre las 05.00 horas el hijo del dueño de la casa sacó un arma de fuego vieja de su abuelo. Creyendo que la pistola no funcionaba, comenzaron a jugar con ella hasta que se produjo la detonación que terminó con el cuerpo moribundo de Jorge en el suelo.

A pesar de los esfuerzos del otro joven por ayudar a su mejor amigo y de las reiteradas llamadas al servicio de Emergencias 112, nada se pudo hacer por devolverle la vida. Los hechos ocurrieron mientras disponía de la casa para él sólo, dado que sus padres se encontraban fuera. Ahora, está detenido y, a la espera de que se esclarezcan los hechos, está imputado de un delito de homicidio.

De momento, se ha logrado localizar a la madre del inculpado, que se encontraba en Londres visitando a su hija. Ambas volaban anoche a España. Fuentes cercanas a la familia destacaron que José María se encuentra completamente hundido ante el trágico accidente que ha segado la vida de su amigo.

De acuerdo con la versión del detenido, tanto él como la víctima tuvieron el arma en sus manos. "Primero la sostuvo Jorge, que llegó a apretar el gatillo en dos ocasiones. Sin embargo, no pasó nada. Pero al cogerla José María se disparó sobre su compañero". Se sospecha que José María apretó el gatillo y que al accionarlo por tercera vez sobrevino el fatídico desenlace.

Los funcionarios han detenido al joven bajo la acusación de un delito de homicidio imprudente. El chaval manifestó en repetidas ocasiones a los agentes que acudieron a su casa que todo fue un accidente y que desconocía que el revólver estuviese cargado. El chico, muy nervioso y alterado, explicó que entendía muy poco de armas.

(Fuente: elmundo.es)