El
tráfico de armas es una compleja red mercantil, que se alimenta de los
conflictos armados, problemas de legitimidad de los sistemas políticos y
de la corrupción pública, privada, civil y militar. Por ende la
necesidad de tener herramientas que permitan enfrentarlo de manera
efectiva. Este flagelo el cual se origina desde la caída del imperio
soviético como consecuencia de los grandes saldos de amas que quedaron
en poder de las repúblicas soviéticas inició un gran mercado ilegal de
armas. Este mercado hoy por hoy no es entre países sino entre individuos
y organizaciones terroristas las cuales usan el mercado negro para
adquirir grandes saldos de armas con las cuales se matan a diario miles
de personas en el mundo. En Latino América, especialmente en países
Colombia, Venezuela, Nicaragua, Guatemala y México, la implicación del
tráfico ilegal de armas en las muertes violentas de esos países es
bastante preocupante.
Generalmente las armas entran a esos países por
las costas o por las fronteras vecinas y hacen su viaje a las ciudades
principales por los transportes terrestres de verdura los cuales
generalmente terminan en las centrales de abastos o puntos de encuentro
para la distribución de las armas. Desde ahí son repartidas y
comercializadas en el mercado negro para que los delincuentes hagan sus
paseos millonarios, secuestros express, desapariciones forzadas,
secuestros, cobro de deudas de la mafia, sicariato entre otras
modalidades siniestras. En consecuencia, se requieren numerosas medidas,
tanto en el plano nacional como en el internacional, para cortar el
flujo de armas.
No obstante, se desconoce la dimensión verdadera del
mercado ilícito de armas ya que el gran volumen de armas de fuego y sus
municiones existentes y el inmenso número de proveedores condicionan los
alcances de las medidas de control, así como la eventual verificación
de la cadena de distribución y venta. El reciente incremento en las
muertes violentas en países como México y Guatemala como consecuencia
del tráfico de drogas y su conexidad con el tráfico ilegal de armas ha
encendido las armas sobre la necesidad de ejercer más controles, pero al
parecer esas solicitudes no han tenido mucho eco en la región.
Por
ejemplo; En ciudades como Bogotá, Colombia, en recientes bases de datos
de la Cámara de Comercio de esa ciudad y del Sistema Unificado de
Información de Violencia y Delincuencia, de la Secretaría de Gobierno
del Distrito de la capital colombiana, se ha precisado la incidencia de
las armas de fuego de origen ilegal en las muertes violentas de la
ciudad.
Al hacer referencia al incremento de las muertes violentas en
países como México y Guatemala como también en toda la región centro
americana como consecuencia del trafico de drogas, se debe tener en
cuenta factores políticos, económicos, sociales y culturales, para poder
establecer el porqué de los incrementos en los respectivos países y
porque dichos gobiernos han fracasado en la lucha contra el crimen y
todas sus manifestaciones incluida el tráfico ilegal de armas.
Son
muchas las regulaciones que existen en Naciones Unidas y la OEA para
obligar a los Estados a regular su producción de armas y que las armas
no sean distribuidas ilegalmente. Sin embargo, No todos los países se
han acogido a dichos acuerdos y regulaciones haciendo bastante
complicado el trabajo de muchas autoridades para evitar el tráfico de
armas y su implicación en muertes violentas en la región. El tema
puntual es la necesidad de aplicar las normas vigentes que existen en
cada país y luchar por acabar fenómenos permisivos como la corrupción
estatal que en la mayoría de los casos es la que permite que fenómenos
como el tráfico de armas no sea perseguido en la forma en que debería.
Para
combatir eficazmente el fenómeno del tráfico ilícito, se deben realizar
esfuerzos paralelos dentro de los países y las regiones, complementados
por la atención internacional. Logrando que cada iniciativa refuerce y
apoye los esfuerzos en otras partes. Es recomendable centrar la atención
en reducir la demanda, tratando directamente las causas del conflicto,
dado que “lo más importante es la mala distribución del ingreso, la
riqueza y el capital”.
El complejo de factores que dan forma a la
demanda no se puede ignorar dentro de la problemática del tráfico de
armas. Los fabricantes de armas no sólo buscan nuevos mercados sino que,
además, suelen introducirse cambios tecnológicos para ampliar las
ventas. Pero cabe enfatizar que el mercado ilícito de armas pequeñas de
fuego no es preponderante dentro del gran mercado que alimenta las
huestes en conflicto, sin embargo son las de más impacto en las muertes
violentas en las ciudades principales de la Latino América.
Hay
varias maneras de impedir que los ciudadanos obtengan armas a fin de
evitar el uso compulsivo o el acceso sin autorización, las cuales pueden
ser: crear programas educativos; limitar el número de armas de fuego
que puede poseer un individuo; desarrollar programas para eliminar la
circulación de las armas no deseadas, innecesarias e ilegales; ofrecer
compensación a quienes entreguen sus armas y prever penas severas a
quienes no las entreguen; implementación de programas de intercambio de
armas por algún tipo de bonos o subsidios ya sea en materia de
alimentos, salud, educación; destruir todas las armas confiscadas. Crear
una base de datos internacional para que cada arma tenga una especie de
ADN o serial para que así, cuando un funcionario de policía confisque
un arma en cualquier parte del mundo, este pueda ingresar de inmediato
en la base de datos la marca, el modelo y el número de serie, y recibir
información sobre la fuente del arma y el último propietario legítimo.
Es
necesario combatir este flagelo de manera ejemplar no solo en la
aplicación de la norma sino en la censura a los funcionarios corruptos
que permiten este tráfico. Esto con el fin de lograr que menos personas
sean asesinadas bajo el uso de armas ilegales en nuestra región. Con
miras a un mundo globalizado, la región no puede seguir registrando
números de violencia comparables solo con guerras civiles o entre
Estados. La región como consecuencia del Narcotráfico se está matando,
ósea hermanos matándose entre sí. El alcance de metas globales para la
región depende de la pacificación de la región y el tráfico ilegal de
armas es un problema serio que requiere atención y una solución conjunta
cuanto antes.
Cristhian Mancera Mejía
BA in Law and MS in Leadership
Director
www.latribunacolus.com
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