El resultado del referéndum que se vota hoy, en la Confederación Helvética, para limitar el derecho que tienen los soldados suizos a guardar las armas de fuego y su munición en casa, mientras estén en servicio activo, se anuncia incierto en un país considerado como uno de los mejor armados del mundo y orgulloso de su 'neutralidad armada'.
A pesar de episodios sangrientos, como el ocurrido el 27 de septiembre de 2001 en el Parlamento de Zug cuando Friederich Liebacher penetró en el recinto disfrazado de policía y mató con su fusil militar a 11 diputados y a tres consejeros de estado, los sondeo se muestran prudentes respecto al éxito de esta iniciativa popular defendida por la izquierda suiza.
'Estamos ante un mito', comentó a EL MUNDO.es el político y sociólogo suizo Jean Ziegler. 'Desde que los soldados de Napoleón abandonaron Suiza en 1802 nuestro país es neutral y ha escapado a todas las guerras. La extrema derecha se ha apropiado de esta idea para declarar que esto ha sido posible porque somos militarmente fuertes.'
Suiza no tiene ejército sino que es un ejército y este principio es uno de los fundamentos de su soberanía popular. Desde los 18 años los ciudadanos masculinos tienen que realizar un servicio militar de 18 semanas a las que se añaden tres semanas de entrenamiento anuales que pueden prolongarse hasta los cincuenta años, si el militar tiene un grado superior.
Durante todo este tiempo los soldados suizos guardan sus armas en casa, donde mejor les parezca: en el sótano, en su habitación o en el armario de la limpieza. Para que no haya desorden las tiendas de este país, conocido por su obsesión por el orden y la pulcritud, venden hasta unos ganchos especiales para que los soldados puedan colgarlas en su domicilio.
De acuerdo con el Centro Internacional sobre las armas ligeras, con sede en Ginebra, que publica anualmente el 'Small Arms Survey', en Suiza circulan alrededor de 3,4 millones de armas de las cuales 1’7 serían militares. Una cantidad nada despreciable para un país que cuenta con 7’6 millones de habitantes.
Sin embargo, en un país orgulloso de su doctrina militar, capaz de movilizar a 220.000 hombres en un plazo de 48 horas y donde las asociaciones de tiro deportivo privadas reivindican más de 200.000 afiliados que practican regularmente, en familia, el tiro de puntería, este referéndum es una verdadera revolución.
Según Ziegler, "para los suizos el fusil es un símbolo fálico que representa el machismo helvético. Ha sido en los últimos años cuando los partidos de izquierda y las organizaciones femeninas han constatado que 90% de suicidios y asesinatos en Suiza se llevaban a cabo con estas armas oficiales guardadas en casa cuando se evaluó la necesidad de poner fin a este derecho".
Ziegler, uno de los artífices de éste referéndum popular, explicó que si los ciudadanos de la Confederación Helvética aceptan esta iniciativa los soldados no podrán volver con su arma a casa sino que tendrán que dejarla en los cuarteles. "En cierta manera esto supondría abandonar una parte del mito de la neutralidad armada y del machismo helvético", agregó.
El partido de la Unión Democrática de Centro (UDC), que representa a la extrema derecha, ha jugado la carta del derecho que tienen los ciudadanos a defenderse. Para ellos abandonar las armas significaría que los ciudadanos se van a quedara desarmados y a la merced de los criminales que llegan del extranjero.
Como de costumbre los eslóganes xenófobos proclamados por la UDC sensibilizan eficazmente a la población. "Frente a la emoción hay que responder con emoción" proclamó Oscar Freysinger, artífice de la campaña del referéndum suizo contra los minaretes, que no duda en posar para los periódicos con su carabina del 22 Long Rifle, adquirida tras un asalto a su domicilio.
Para los que están a favor de una limitación de la circulación de armas militares esta votación tiene gran importancia porque cientos de vidas podrían salvarse anualmente. Interrogado por EL MUNDO.ES el doctor Jacques Haller, presidente de la Federación de Médicos Suizos (FMH), afirmó que "gran parte de los suicidios se cometen con este tipo de armas".
"En Austria, Reino Unido e Irlanda el número de suicidios disminuyó considerablemente al reducir la cantidad de armas de fuego en circulación. En Suiza un 35% de los hogares tienen al menos una de estas armas y con ellas se cometen unos 250 suicidios los cuales son mayoritariamente de tipo impulsivo y por lo tanto evitables", declaró.
http://www.elmundo.es/elmundo/
Gandul en plena ciudad
Hace 5 años
1 comentario:
Bastan 5 minutos en Google para comprobar que ese dato es falso. En Suiza se cometen entre el 26-28% de los asesinatos y suicidios con arma de fuego (oficiales y privadas). El número de asesinatos es muy bajo y se cometen casi el doble con arma blanca. La mayor parte de las muertes por arma de fuego son suicidios y menos del 30% de estos se comete con arma de fuego. Mal para los redactores de El Mundo que no se molestan lo más mínimo en comprobar los datos que ofrecen al público.
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