Artículo
de Gonzalo Araluce publicado en el periódico digital “El Español” el 03/01/19
"El mercado
negro de tráfico de armas es el gran nicho en el que se nutren los terroristas de corte
yihadista. A diferencia de otras organizaciones, como ETA, los yihadistas no cuentan con infraestructuras logísticas en
Europa para adquirir y fabricar sus propias armas; recurren a la compra y venta
ilegal para alimentar sus arsenales. Los servicios antiterroristas de la
Policía Nacional son conscientes de ello. Por ello, desde 2015 han
explotado numerosas operaciones en este ámbito.
Una de ellas permitió incautar el mayor arsenal ilegal de los últimos tiempos.
La Policía
Nacional hace balance de todas estas intervenciones, destacando de entre todas
la operación Portu, en la que fueron detenidas seis
personas en la localidad vizcaína de Guecho: "Suministraban las armas por
canales comerciales legalmente establecidos para, posteriormente, enviar las
piezas necesarias para reactivarlas -detalla la Policía Nacional-. Tras ocho
registros efectuados, la Policía se hizo con el mayor depósito de armas
intervenido en la historia reciente de España. Estaba
formado por 12.000 armas de guerra, 300 pistolas, 150 revólveres,
abundante maquinaria y herramientas dispuestas para la reparación y
transformación de armas de fuego, así como piezas fundamentales de las mismas,
como cañones, cerrojos, piezas de retenida, conjuntos de mecanismos de disparo
y cargadores, entre otros elementos".
Además se
intervinieron 400 proyectiles de mortero, "un buen número"
de espoletas preparadas para su incorporación. Las características
de las armas de guerra intervenidas hacían que tuvieran una fácil salida al
mercado negro, lo que se convertía en una importante amenaza para la seguridad
colectiva.
Del mismo
modo, en Gordejuela (Vizcaya) se detuvo a un individuo en
el marco de la operación Can, en la que se intervinieron 32 armas cortas y 55
armas largas, varios silenciadores, abundantes cargadores, cartuchería metálica
de distintos calibres, dos kilos de pólvora, multitud de piezas y accesorios
para armas de fuego, diez machetes, una lanza y una katana, entre otros
efectos.
No es casual
que sean los servicios antiterroristas de la Policía Nacional los encargados de
llevar a cabo estas operaciones. En Jaén se detuvo a otra persona que fabricaba
armas caseras a partir de elementos habituales en las ferreterías; lo hacía a
través de tutoriales de YouTube. Algunos de esos vídeos eran
traducidos al árabe por otra persona de origen magrebí.
La Policía
también recuerda, entre otras, las operaciones Alza y Alpes, explotadas en
Benidorm (Alicante) y Sevilla. En ambos casos se compraban armas de fuego
inoperativas o partes de las mismas, que después se reutilizaban para darles
una salida en el mercado negro."